Hace un tiempo, fui invitado a una interesante conferencia donde tuve la oportunidad de compartir con varios amigos de la Industria Automotriz.
Luego de la conferencia, pasamos a un coktail y nos pusimos a dialogar de las grandes inquietudes que deja en nosotros descubrir (como resultado de lo que acabábamos de oír) realidades que desconocíamos, que no entendíamos a cabalidad o que quizás no queríamos entender de nuestros negocios.
Escuchaba con atención todos los temas con la intención de aprender y de nutrir el “almacén de datos” para realizar más escritos de la Industria Automotriz.
Entre tanta y tanta conversación importante, hubo una en particular que me llamó la atención y es en la cual se basa este escrito.
Mis amigos banqueros, distribuidores y dealers comentaban de la importancia de desarrollar y guardar una buena relación entre el banco, el distribuidor y el concesionario. Y aunque siempre ha existido una relación de camaradería entre los tres, el comentario de estos amigos proyectaba una relevancia mucho más profunda.
Luego de haber sido testigos de los efectos causados por el problema de la economía local y mundial en los pasados años, cada día es más importante que los bancos, los distribuidores y los dealers trabajen juntos para beneficio de todos.
Pero ¿cómo lograr que esto se lleve a cabo y dejar al lado esos falsos conceptos provenientes de los egos de poder y control o de la presunción de que podemos ser más eficientes solos?
Pensando en esto, busque ejemplos representativos de lo que un trío (combinación de tres entes) puede ser y hacer, y descubrí a Mintaka, Alnitak y Alnilam (Las Tres Marías), que son las brillantes estrellas azuladas posicionadas en el firmamento; que aunque están juntas pero separadas, han ayudado por siglos a orientar a la humanidad.
Es indudable que como empresas separadas (bancos, distribuidores y dealers), tienen que salvaguardar primero sus intereses. Sin embargo, el que la industria automotriz mejore y suba al próximo nivel en cualquier parte del mundo, debe ser el interés que como factor común debe unir a estas tres.
En ocasiones he escuchado a Dealers decir que; sin la venta la industria automotriz no se puede mover; a Bancos decir que sin financiamiento la industria no se puede mover y a los Distribuidores decir que sin el inventario la industria no se puede mover.
Aunque es evidente que a veces surgen comentarios y elementos que aparentan dislocar esta importante relación porque son tres diferentes entes, bien pudiesen trabajar en armonía para lograr un mismo objetivo.
Es indudable que Banco, Distribuidor y Dealer son “estrellas” con su propia identidad, pero la idea de todos debe ser que aunque están separadas, deben brillar juntas para guiar a toda la Industria Automotriz al éxito.