Por años hemos considerado mejor vendedor, a la persona que vende más vehículos; y aunque esto tiene un mérito extraordinario, en muchos casos no sabemos cuantos clientes tuvo que atender para entregar lo que vendió.
Quizás suene como un viejo cliché, pero la realidad es que “no podemos administrar nada que no podamos medir”, y no solo lo digo desde el punto de vista gerencial; sino también, desde el del propio punto de vista del vendedor.
No requiere de ciencia, sino, de una simple ecuación matemática. Dicen los conocedores de la Industria, que 30% es un promedio saludable de ventas. En otras palabras, si deseamos vender 10 vehículos en un mes, debemos hablar con por lo menos 33 clientes. Y si quieren vender 15, pues el número de clientes que hay que atender son 50.
Hay una variante a este promedio, y depende de la clase de cliente con el cual estamos acostumbrados a tratar (hablaremos de estos mas adelante).
Crear algún sistema por el cual podamos monitorear nuestro esfuerzo de ventas diario es extremadamente importante. Si bien es cierto que un vendedor profesional debe monitorear esta actividad en su agenda diaria de trabajo, creo que la responsabilidad mayor de llevar esto a cabo, recae sobre el cuerpo gerencial.
Inténtalo por un mes y luego pregúntate ¿Sé quien es mi mejor vendedor? Estoy seguro que la respuesta te sorprenderá.