Conversando con mi amigo Ariel, me comentaba que cuando de cultura y procesos se trata, el grave error que podemos cometer como gerentes, es “permitir que todas la mañanas nuestra cultura se desayune a nuestros procesos”.

Hace un tiempo atrás me preguntaron que si pudiera cambiar el pasado, ¿Qué quisiera cambiar que me hubiese ayudado a cometer menos errores, experimentar menos sufrimientos y a lograr mis metas más pronto?

Antes de contestar, debo aclarar que yo creo que todo en esta vida tiene su momento y no acostumbro a volver al pasado para sufrir por lo no logrado, pero sí para aprender del mismo.

Por lo tanto; contestando a la pregunta, creo que si hubiese aprendido antes a ser más disciplinado, hubiese cometido menos errores, experimentado menos sufrimientos y logrado alcanzar mis metas mucho más rápido.

Noten que dije aprender, porque uno no nace siendo disciplinado, uno aprende a ser disciplinado.

Para hablar responsablemente, no contaré de la experiencia de nadie; sino mi propia experiencia en torno a esto.

Mi problema era que como gerente, cada vez que me hablaban de disciplina, yo lo relacionaba con la milicia.

Pensaba que ser disciplinado era como estar en el ejército; obedecer a alguien que te esté diciendo todo el tiempo, párate aquí, ponte allá, haz esto, no hagas esto, etc.

En otras palabras, sentía que la disciplina coartaba mi libertad de ser y hacer, pero ¡vaya que estaba equivocado! porque con el tiempo descubrí que disciplina es todo lo contrario.

Descubrí que la disciplina te da la libertad de estar en total control; hacer las cosas que quieres, cuando quieres y cómo quieres.

Para mí, la clave para obtener mejores resultados en nuestras operaciones, es el establecimiento, monitoreo y la correcta administración de los procesos, pero sin disciplina, difícilmente se podría lograr.

La situación problemática en la que se encuentra nuestra Industria puede derivar de muchos factores, pero cualesquiera que sean las razones, lo único que están logrando es acelerar nuestro proceso de evolución.

A mi modesto entender, el primer paso que tenemos que dar para evolucionar debería ser acabar con esa cultura vieja, toxica y dañina que no nos permite crecer. Creo fielmente que entender a cabalidad lo que mi amigo Ariel me mencionó, podrá beneficiarnos en cualquier circunstancia.

Hay un pensamiento del célebre filósofo Aristóteles que estoy seguro; que como a mí, te hará meditar profundamente en torno a todo lo antes mencionado:

“Aquel que nunca aprendió a obedecer, no puede comandar”

Estimado Colega Gerencial, no te afanes por el pasado ni te angusties por el futuro, si decidiste aprender el verdadero significado de disciplina, pon el 100% de tu empeño AHORA y verás en tus resultados los frutos de tu esfuerzo.

Te deseo el más grande de los éxitos

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