Me preguntaba un gran amigo y colega los otros días, qué del pasado hubiera querido cambiar que me pudiese haber ayudado más a lograr mis metas.

Yo creo que todo en esta vida tiene su momento y no acostumbro a volver al pasado para sufrir por lo no logrado, pero sí, para aprender del mismo. Por lo tanto; haciendo ese análisis, creo que si hubiese aprendido antes a ser más disciplinado, hubiese logrado alcanzar mis metas mucho más rápido.

Noten que dije aprender, porque uno no nace siendo disciplinado, uno aprende a ser disciplinado.

Para hablar responsablemente, no hablaré de la experiencia de nadie; sino de mi propia experiencia en torno a esto.

Mi problema era que cada vez que me hablaban de disciplina, yo lo relacionaba con la milicia. Pensaba que ser disciplinado era como en el ejército; obedecer a alguien que te este diciendo todo el tiempo, párate aquí, ponte allá, haz esto, no hagas esto, etc. En otras palabras, sentía que la disciplina coartaba mi libertad de ser y hacer.

¡Vaya que estaba totalmente equivocado! porque luego descubrí, que disciplina es todo lo contrario. Disciplina te da la libertad de tu estar en total control, hacer las cosas que quieres, cuando quieres y cómo quieres.

Hay un pensamiento del célebre filósofo Aristóteles que estoy seguro que te hará (como a mí), meditar profundamente en torno a todo lo antes mencionado:

“Aquel que nunca aprendió a obedecer, no puede comandar”

Estimado Colega, si este pensamiento calo en ti, tanto como en mí, no te afanes por el pasado (AYER) ni te angusties por el futuro (MAÑANA), si decidiste aprender el verdadero significado de disciplina, pon el 100% de tu empeño (HOY) y veras en tus resultados los frutos de tu esfuerzo.

Éxitos.