Siempre he pensado que a nosotros no nos pagan por lo que sabemos, sino por lo que estamos dispuestos aprender, y creo que la disposición de entender este pensamiento, es lo único que nos puede permitir estar siempre a la vanguardia de una industria en rápido y constante cambio.

Por el contrario, creo que cuando nuestras mentes parten de la presunción de que ya lo sabemos todo, automáticamente se cierran a aprender cosas nuevas; y eso estimado amigo, en un grave problema porque nos expone a convertirnos en entes obsoletos, dispensables, fuera de vigencia e innecesarios.

A mi entender, pensar en que ya lo estoy haciendo bien, no estoy tan mal, estoy mejor que antes y/o estoy mejor que la competencia, son factores que nos llevan a jugar para no perder, más no para ganar.

Para muchos colegas, es un gran dilema entender que existe la posibilidad de que lo que están haciendo no es suficiente y que siempre hay algo más que podemos aprender.

Te preguntarás: Pero a esta altura de mi carrera, ¿Qué es lo que tengo que aprender?

A mi modesto entender, creo que lo primero que debemos aprender, es a ser honestos con nosotros mismos y aceptar “la verdad” de que algo no está bien. En otras palabras, que si donde estas; no es el nivel a donde realmente puedes llegar, pues algo no está bien.

Basado en el resultado de este ejercicio, encontrarás nuevos objetivos, nuevas metas y por lo general, nuevas ansias de seguir esforzándote a aprender y progresar.

No sé en qué periodo entiendes que te encuentras; si estás en un estado victorioso o vas en camino a ello, pero lo óptimo sería no solo llegar, sino más bien perfeccionar ese nivel para luego superarlo; recordando, que siempre hay algo más alto a lo cual podemos aspirar.

Sócrates decretó hace muchísimos años atrás que “aprender es recordar”. Quizás hoy sea un buen momento para recordar la disposición que tenías de aprender cuando empezaste a jugar para ganar y no para no perder.

Te deseo el más grande de los éxitos

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