Esta misma objeción suele estar disfrazada también como; “no tomo decisiones apresuradas” o “lo tengo que consultar con Dios, la esposa, el abogado, y a veces hasta con la almohada”, pero lo cierto es que inmediatamente lo dicen, la mente del vendedor ¡se congela!

Y claro que lo tienen que pensar, pero ¿cuando?

En mis más de 20 años de experiencia en la Industria, he visto algunos clientes impulsivos, pero no al extremo de ir caminando por la avenida y de repente decir “Déjame entrar a este dealer a gastar $30,000 dólares”.

Para entenderlo mejor, pongámonos nuevamente en los zapatos del consumidor y preguntémonos; ¿Cuánto tengo de pronto? ¿Cuánto del presupuesto mensual puedo utilizar? ¿Cuál es el valor actual del mercado del vehiculo que voy a dar en “trade in”? etc.

En otras palabras ¿Saldríamos a la calle a llevar a cabo la segunda compra de mayor envergadura sin haberlo pensado? Creo que no.

A mi entender, la inmensa mayoría de los consumidores; no solo piensan en su hogar como pueden comprar un vehículo, sino también se preparan para hacernos creer que nunca lo pensaron.

Pues entonces ¿En que más tendría que pensar, que no haya pensado antes de llegar a mi concesionario?

Estudia, practica y prepárate para poder lidiar con esto y lograrás incrementar tus ventas y tus ganancias.

¡Suerte!